martes, 28 de abril de 2009

Historia I

Santiago es un chico de secundaria, apenas cumplio sus 15, no es un matado, pero si ha optado por ser un buen alumno, no da lata a los maestros ni a sus padres, un tipo bastante promedio. Cinthia es una chica muy linda, simpatica, también algo discreta, aunque tiene amigas, parece que nunca ha buscado ser el centro de atención de su salón, menos aún en la esuela.

Santiago y Cinthia van en la misma escuela, en el mismo salón. Nunca se han llevado mal, nunca se han llevado bien... desde el primer año y los primeros meses del segundo año, platicaban poco, y solo cuando el orden del caos así lo disponia. Un día, la maestra de biología se le ocurrio que era buena idea el dejar un trabajo de equipo para revisar el parcial, la parecio aun mejor idea el hacerlo en equipos formados al azar, muy probablemente por que le parecia que así dejaba los amigüismos de lado y haría trabajar a los más haraganes.

Despues de que la maestra les dió las alineaciones, todos en el salón se cambiarón de asientos para juntarse con sus nuevos compañeros y hacer un pequeño circulo por equipo. Era la primera vez que Santiago y Cinthia estaban sentados juntos... y también Carlos y Mariana. Por primera vez platicaron lo suficiente como para que se agradaran uno al otro, bueno, de hecho los cuatro. El resto de la calse se les fue en medio ordenar sus ideas y organizarse para verse el sabado y hacer las maquetas (celulas animales y vegetales, harto complicado, las recuerdan?). Quedarón de verse en casa de Mariana, pues le parecia que ahi podrían trabajar mejor, además, sus padres no se molestarían, siempre han sido buena onda .

El sabado Cinthia llegó tarde y como ella iba a traer la mayor parte del material, eso le valio los reclamos de Mariana y otro poco de Carlos, pero no de Santiago... eso no le importo, era la primera vez que miraba a Cinthia con otra cosa que no fuese el uniforme escolar, era la primera vez que la miraba con un pantalón, uno muy ajustado, era la primera vez que le miraba el culo, redondo, firme, adolescente, y no es que Cinthia se viera mal con falda, no, pero la falda solo dejaba ver por debajo de la rodilla (reglas de la escuela) y aunque lucia unos pies pequeños y unos chamorros nada despreciables... esta vez era la silueta de sus piernas y sobre todo, sus nalgas lo que llamaba tan poderosamente la atención, resultaban múy apetecibles a la vista... ese día no pudo, pero tiempo despues Santiago los describiría como sensuales, provocativos.

Siguieron con el trabajo (y bueno, uno que otro juego o chiste, vamos, son jovenes, bah! los viejos son iguales), al principio Santiago no sabía muy bien que hacer, estaba embelezado con Cinthia, finalmente, la naturaleza o el instinto, como prefieran llamarlo, parece que prevaleció, pues poco a poco empezarón a platicar cada vez más entre ellos dos, a estar haciendo las cosas juntos y cerca uno del otro, mientras Carlos y Mariana no parecian notarlo. Así, entre las labores y las bromas, Santiago seguía contemplando a Cinthia, encantado con su sonrisa, tan radiante y picara, ah, claro que también aventuraba una que otra ojeada a ese trasero que le había encantado y a su pecho, que aunque la blusa que llevaba no dejaba ver piel, si se percibia el contorno de unas tetas, no muy grades, pero redondas y firmes, eso si.

Cuando acabaron el trabajo, cada cual tomo por su lado, menos Mariana, que ahi vivia, Carlos se fue por la derecha, Santiago y Cinthia por la izquierda, al parecer, vivian por el mismo rumbo. Durante el trayecto siguieron con la platica, esta vez ya un poco más personal, pues ya solo eran ellos dos; a ambos les gustaba el cine y de todo tipo de musica, a él le gustaban los animales, pero no tenía en casa, por que lo que no le gustaba era el tener que cuidarlo, bañarlo y alimentarlo, ella tenía dos perros...

Como solo tendría que desviarse dos cuadras de su camino (o al menos eso dijo), Santiago se ofrecio a acompañarla hasta su casa. Una vez ahi, ella le regreso el favor ofreciendole una vaso con agua, o jugo, o a ver que hay en el refri... volvio con dos vasos de agua de jamaica. La jamaica siempre ha sido una bebida muy truculenta, puede quedar muy dulce, cosa que a Santiago no le gustaba o hasta puedes ponerle unas gotas de limón, cosa que él hubiera agradecido, y adquiere otro sabor. Había un gran arbol de pinguica en el espacio a modo de jardin frontal que habia en casa de Cinthia, el cual daba mucha sombra y como habian piedras, troncos y una banca donde sentarse, así lo hicieron, internamente, Santiago agradeció y bendijo ese arbol. Y así continuarón con esa platica nerviosa y cursi de pubertos.

Estuvieron así lo que quedaba de la tarde, Santiago habia perdido un poquito el sentido de la realidad... el tiempo se le fue volando y Cinthia cada vez le parecia más un angel que una niña cualquiera de secundaría. Su sonriza, su mirada, su cabello... Al parecer, se agarraron confianza, las preguntas y comentarios eran cada vez más atrevidos y complices, rozaban sus manos y brazos de vez en cuando... hasta de beso en la mejilla se despidieron... y se despidieron dos o tres veces, pero por alguna razón, se detenian y reanudaban la charla, lo cual no era desagradable del todo, pero poco a poco formo en Santiago, ese nudo en el estomago, que acompaña a la ansiedad. ¿Qué hacer en estos casos?, se preguntó.

Y no se le ocurrió nada.

A la cuarta despedida, sucedió; Santiago pudo ver como sucedía todo en slow motion, la sonrisa giocondesca de Cinthia, el rubor en sus mejillas, la humedad en sus labios, incluso un gesto en sus ojos, pestañas y cejas, que le resultaron tiernas, a la vez que seductoras. Pudo percibir Cinthia acercaba su cara a la de él, la forma en que el viento movia su cabello, la forma en que sus labios se abrian ofreciendo y ofreciendose para un beso... cerraba sus ojos para disfrutar de ese beso en la mejilla, cuando notó como los ojos de Cinthia buscaban los suyos, por un breve, brevisimo intante, sus miradas se cruzaron.

Esta vez, sus labios se rozaron un poco, eso produjo en Santiago un sobresalto, pues aunque hacia un rato el deseaba abrazar y besar a aquella belleza, temía que ella pudiese molestarse... sin embargo, sus ojos volvieron a encontrarse mientras sus labios siguieron rozandose cuando se separaron, muy lentamente, con los ojos fijos entre ellos, no hubo necesidad de más palabras, algo se disparó en Santiago que cerro nuevamente sus ojos y acerco sus labios a los de Cinthia... así pudo sentir por fín, la forma, la textura, el calor y un ligero sabor a jamaica(algo dulce, pero no importaba, claro!) de los labios de Cinthia. Primero, con un beso corto... tímido, despues vinieron un par de besos más, estos, ya fueron cada vez más largos.

Cinthia le dedico una mirada y una sonrisa que terminarón de conquistar a Santiago. Traviesa, coqueta, candida... magica. Finalmente, se despidio, tomo los vasos vacios y le despidió deseandole que le fuera bien de camino y quedando en espera de verse el lunes en la escuela y entro a su casa.

Santiago camino unas cuadras, abordo un camión y caminó otro poco mas hasta llegar a su casa... en todo el camino, no dejo de sonreir.

2 comentarios:

Novak dijo...

Me encantan las buenas historias (como esta) donde el ser chismoso de uno mismo pide mas y mas de los sucesos. En "recolectivo" se suele ver algo de esto pero no tan seguido, solo si tienes suerte, pero por otro lado no me gusta mucho que la historia te deje con el clásico: "¿Y qué pasó después?

Has una segunda parte no? te ayudaré:

"Santiago camino unas cuadras, abordo un camión y caminó otro poco mas hasta llegar a su casa... en todo el camino, no dejo de sonreir"

Entonces al estar en el camión de The Blog Bus (:P) se encontró a "Susana" una exnovia que tenía tiempo sin ver y que depronto le hizo recordar y sentir viejos sentimientos.....

Il Diego dijo...

De hecho, no va para una segunda parte, sino por un lado B.

Si no he posteado nada, es por que ese atravezó mi cumpleaños, ja.