Wellmanneredguns

Vagueando en la red me encontre esto:

Y bueno, esto podrá disparar muchas opiniones acerca del uso de armas y su prohibición... en lo personal, soy un fiel creyente de que las armas no matan, somos nosotros, las personas, quienes decidimos acabar con la vida de otra persona, punto! El arma homicida (ese es el termino adecuado) puede ser una potente arma de fuego o un calcetín que obstruya las vias respiratorias, eso es solo la herramienta que se utilizó.

Lo que sería mas que excelente, es que se tuviese una adecuada cultura de las armas, asi como sus debidas consideraciones para la portación y uso de las mismas, por que todos hemos escuchado de historias en que algún niño toma la pistola de papá y se pega un tiro o se lo pega a otro niño por accidente, lo cual es lamentable, pero no culpa del arma, sino de quien no supo mantenerla en un lugar adecuado y de quien no enseña a un niño a tener autocontrol.

Algo parecido me paso hace algunos meses, cuando un fin de semana nos fuimos a jugar gotcha los camaradas de siempre y unos chavos nuevos invitados a este rollo, los cuales, siempre son bienvenidos y tratamos de acercarlos a este deporte de la mejor manera, por eso siempre insistimos en puntos básicos de seguridad:

1- El arma siempre debe estar asegurada fuera del campo de juego. Cuando estas en el área de preparación, sobre todo los novatos, les da por farolear y tomarse fotitos pa subirlas al metro o al feisbuc y sobre todo, haciendo poses "perronas", lo cual esta bien, es medio mamila, pero bueno, entendemos la emocion y lo puedes hacer, pero por un descuido, puedes disparar una bala a alguién sin protección.

2- Dentro del campo de juego, nunca, pero nunca te quites la careta. no importa si ya no juegas y quieres salir del campo y hace mucho calor y tu cutis y la erga!.. no te la quites! quiza te topes con alguien que no tiene poderes de clarividente y no sepa que ya no juegas y te dispare. Si te da en las extremidades o el torso puede que duela, pero si te da en el ojo o el oido, puedes irte despidiendo de ellos.

3- Utiliza ropa que te proteja del medio. Como botas, pantalones o chaquetas que te protegan de raspones, espinas o picaduras de animales. Tener rodilleras, coderas, guantes y muñequeras sería genial, pero es caro andar tan equipado. Aqui tambien vale decir que no se debe usar perfume, pues atrae insectos, pero el desodorante si pontelo, por favor!

El caso es que ya habiendo jugado el primer round, estabamos sentados refrescandonos, recargando las armas y platicando sobre lo que paso en el juego, cuando note que un chavo novaton hacia lo mismo (platicando de lo que hizo en el juego) pero con todo y la expresión motriz al apuntar y mover su marcadora, pero sin haberla asegurado. Por lo que, de buen modo me aproxime a advertirle sobre los riesgos y paso algo mas o menos así:

Me acerco a él, pongo mi mano en su espalda en un gesto de camaraderia y le digo: Pinche atarantado! (eso nomas lo pense, ojo) -Oye, fijate que no le has puesto el seguro, mejor ponselo, no vaya a ser que pase algo-. A lo que el fulanito revira hacia la marcadora pero una de dos, o nomás fue un acto reflejo y le valio madres por que ni reviso bien o no sabia donde estaba el seguro y no quizo hacer evidente su ignorancia, acto seguido, le vanta sus hombros en un ademas de valentonería y me suelta algo así: -Aaah! No pasa nada!-. Hijo de tu rechingada madre!, fue lo que paso por mi cabeza y estaba a punto de contestarle lo de rutina, que asi pasan los accidentes por pequeños descuidos y blah, blah, blah... pero en una de esas pocas ocasiones (pero bien chingonas!) donde el mundo no conspira en mi contra, incluso, me sonrie y coopera con mi causa, un muchachita que estaba a su lado (que al parecer era su amiguis y venian juntos, ja), también traia su pistola sin asegurar y zaz! o mas bien, Bang! que se le sale un tiro, que le pega al fulanito 3 centimetros arriba del hombligo (y no llevaba el chaleco, por que le daba calor, jojojo) y que el fulanito nomás se retuerce del dolor. Acto seguido, un Diego satisfecho con la vida se encoge de hombros, le dedica una mirada de complacencia a los presentes y al fulanito, obvio, se da la media vuelta y se aleja con una sonrisa en los labios.